Ese día, a esa hora, estaba subiendo los últimos 800 mts que faltaban para subir hasta las piedras donde está la estatua, la bandera y la cruz. Dicho de este modo, parece algo hasta banal, pero sabemos que parecer no es ser.
Subir al Pico Duarte estaba en mi lista de cosas por hacer desde 2012. Como muchas de las cosas que decimos que "queremos hacer", nunca había buscado información sobre el proceso para ir, fue hasta finales de 2019 cuando busqué por primera vez. Pensaba ir en 2020, pero con el tema de la pandemia, este fue uno de los planes que se barajó. En Abraza el Presente de ese año, elegí un lugar nuevo para conocer, el Pico Duarte. Buscando referencias para organizar unos viajes sin equipaje, gracias a Julissa, me topé con OVA Trail, o sea con Adrián y su equipo, él me incluyó en un grupo que iba para noviembre, entonces este viaje se convirtió en mi primer regalo de cumpleaños 2021, porque había decidido celebrar mi cumpleaños 33 durante todo un mes, iniciando el 18 de noviembre y terminando el 18 de diciembre. (Mi fecha de nacimiento es el 13 de diciembre). Este viaje sería el inicio de una celebración consciente por mi vida.
Desde el principio tomé el recorrido como una metáfora, todo lo que pasó tuvo un significado valioso para mí, más allá del hecho en sí mismo. Este año ha sido de reconciliación conmigo, de sentir en los huesos (no solo de pensarlo), que está bien ser quien soy, de abrazar mis verdades y sonreír con consciencia ante las verdades que otros puedan tener sobre mí, este año he volteado amorosamente la mirada hacia mí, y cuando digo amorosamente hago énfasis en lo que implica hacerlo desde una consciencia de amor, no de dolor, porque por mucho tiempo me dolió no ser lo que los otros esperaban, y ya no me duele, más aún, puedo mirarme y mirarlos con mayor respeto y amor, sabiendo que nunca seré lo que ellos esperan, ni ellos serán lo que yo espero, y que al final, no hay nada que esperar, las expectativas son un truco del ego, porque eso que se espera es solo proyección de nuestra idea sobre como tienen que ser las cosas, a partir de cómo han sido, y las cosas son como son ahora, y ya. Nada es más o menos verdad que este instante.
No pretendo contarte todos los detalles, solo algunos, y las cosas que recordé en el camino.
Día 1: Hay más recursos que necesidades.
Antes de llegar a La Laguna, mis músculos estaban encogidos, los dedos de mis pies estaban doblados hacia abajo y hacia atrás, y el corazón me soplaba los oídos. Estábamos iniciando, creo que solo había caminado algunos 8 km, las reales inclinaciones no habían comenzado. El primer pensamiento fue: Ay Yndhira, gracias. Hay que hacer ejercicios sí, esto va a estar divertido. Fernando, el Dr. del grupo, se quedó atrás para acompañarme, pero llegué al punto en que sentía que, si movía los pies 2 pasos más, se me iban a quedar tiesos como 2 estacas. Fui ahí cuando conocí a Moreno y a Joale, Moreno es el Mulo que me subió hasta Agüita Fría, y Joale es uno de los guías que nos acompañó, él me enseñó a sostenerme de la silla, adelante en las subidas, atrás en las bajadas, me dijo que si me asustaba me iba a caer, así que le dije a mi miedo: te veo, me veo, vamos juntos. No sé si te has montado en un mulo subiendo inclinaciones empinadas, en un callejón lleno de piedras y hoyos, bordeando una montaña, pero esa vaina, cuando no sabes ni parar al animal, asusta, y quiero creer que no solo a mí. Fueron muchos los ¡Ay mi madre!
Con esto tuve mi primer recordatorio valioso. Siempre hay más recursos que necesidades. Con mis piernas, no hubiera llegado 10 mts más adelante, con la ayuda de Moreno, llegué kms. ¿Cuántas veces me he obstinado con la forma, perdiendo de foco el qué? ¿Cuántas veces me he presionado porque no puedo hacer las cosas como les funcionan a otros? ¿Cuántas veces me he complicado la vida por no usar los recursos que tengo a mi disposición? Mi meta nunca fue subir al pico a pie, mi meta era subir, así que, si algún pensamiento se conectó con una emoción y me hizo mostrar, a través de mis pies, una idea limitante sobre mí y la forma en la que lo estaba haciendo, yo no iba ponerme a pelear con la idea hasta lastimar mi cuerpo y quedar coja. Sin pedirlo, la vida me trajo otra posibilidad, y no dudé en tomarla. Recordé que muchas veces, el apego al drama, a la lucha, hace que las cosas sean más complicadas. Querer hacerlo difícil, solo satisface la necesidad de nuestro ego de demostrar cosas. Utilizamos algunas experiencias para castigarnos por algunas culpas inconscientes que cargamos. Fácil no es sinónimo de "mal" hecho o ilícito, igual que difícil y forzoso no lo es de "bien" hecho. ¿Cuáles metas estás intentando lograr usando el método, la forma que funciona para otros, sin tomar en cuenta lo que funciona para ti? Te invito a mirar tu QUé y tu CóMO. Que tu qué tengan verdadero significado para ti, y que tu cómo esté diseñado según tus fortalezas y necesidades. No, no hablo de ser mediocre, hablo de tomar en cuenta la realidad que has creado hasta ahora, porque esta es el punto de partida para avanzar. Cuando el cuerpo muestra la limitación o la enfermedad, no es el momento para pensar positivo como si esto fuera a revertir lo que hemos creado, es el momento de aceptar y empezar a transformarnos, para que el cuerpo sane, y en lo adelante se manifieste diferente.
Día 2: Encuentra un paso que puedas mantener.
Nos levantamos a las 4:00 am, a las 4:30 ya estábamos andando. Había un hermoso eclipse. La noche tranquila, serena, como quien no tiene ningún tipo de prisa, como quien solo es. Yo, abrigada, con las manos ocupadas por un termo y una linterna, caminando, talvez más rápido de lo que me convenía. Me fui quedando atrás, la respiración se fue poniendo lenta, el pecho se me fue apretando. No podía caminar al ritmo de los demás, no quería quedarme sola con aquella oscuridad, nada malo iba a pasarme, unos minutos después lo recordé, pero ya las piernas también empezaban a dolerme. Adrián se quedó cerca, pero terminó acompañándome, como un líder que no deja solo al miembro más lento de su equipo. Me preguntó qué me pasaba, me duele el pecho, le dije, descansa un poco, y luego ENCUENTRA UN PASO QUE TE PERMITA RESPIRAR Y PUEDAS MANTENER no importa si vas más lento que los demás. Eso fue aire para mis pulmones. Escuchas lo mismo una y otra vez, te dices lo mismo una y otra vez, pero un día la pieza acaba de caer, y ese día, en ese contexto, mi pieza cayó. Sentí deseos de llorar y lloré, y en esas lagrimas dejé salir lo que quedaba de presión autoimpuesta, dejé un espacio vacío para caminar con consciencia, presente para mí y la forma en la que he elegido vivir. Adrián solo estuvo ahí, en silencio, sin saber claramente porque estaba llorando, pero su silencio fue suficiente. Se nos iba a pasar la hora de ver el amanecer a 3100 mts de altura, así que llamó para que nos alcanzaran con mulos, de este no supe el nombre, no lo pregunté, pero me llevó hasta el Valle de Lilís, y así llegué a tiempo para disfrutar del sol ascendente entre azules y naranjas, que con humildad nos invitaba a apagar los focos, despidiendo con elegancia la noche y su majestuosa oscuridad. Mientras subía el último tramo, me paraba a mirar y a sonreír, aquel espectáculo me recordó la belleza que está presente en la expresión de la vida, aunque mis ojos no siempre estén en la posición de mirarla. Cuando llegué a la cima, me sentí bienvenida, no solo por el grupo de jóvenes que esperaba a que todos subiéramos, también por mí, por esa parte de mí que ya llegó a donde voy caminando, y me ha dicho durante todo este año, vas bien Nadia, aunque muchas cosas te parezcan iguales o lentas, vas bien, abre los ojos y mira, pero mira bien, eres bienvenida.
De regreso, al bajar a la Compartición, lo primero que hice fue buscar un Mulo, porque estaba muy consciente de que esa Vela, caminando no la podía subir. Y en Mulo llegué al Valle del Tetero.
Día 3: Honra el amor que has recibido. Honra la vida que has recibido.
Este fue el día de descanso. Estar ahí, sin ninguna lista de tareas, ni mensajes que responder, ni nada que atender, confiada de que mis seres queridos están bien, y de que en caso de que no lo estuvieran, ahí no había nada que pudieras hacer, fue un regalo. Fuimos al rio La Ballena, el agua estaba fría, pero a ese nivel que le hace bien a un cuerpo cansado y adolorido. Fue un espacio para reír, hablar, estar en silencio, beberme unos tragos calienta cuerpo, y solamente estar.
Después fuimos a la Piedra indígena. Es un lugar donde hay 3 piedras con pictografía de nuestros ancestros Taínos. Estar ahí me hizo recordar la gratitud por los que estuvieron antes, por los que pasaron la vida, como pudieron, para que yo hoy esté aquí. De formas inimaginables para algunos, la vida se sostiene y continua. ¿Cómo llegaron esas personas allá arriba? ¿Cuánto les tomó hacer esas pictografías? ¿Cuál era el mensaje que querían transmitir? ¿Cómo se cubrían del frio? De esta gente vengo, a ellos los honro con cada paso que doy.
Ese mismo día, Adrián nos contó a algunos que significaba OVA, y me sentí muy conmovida. Poder sacar impulso de la muerte de un ser amado, es un gran acto de amor, poder honrar su vida viviendo una que se quiera recordar, muestra la calidad de relación que se vivió. Orlando Vargas Abinader, no te conocí mientras habitabas tu cuerpo, te conocí a través del amor que le entregaste a tu hermano, y la forma en la que él lo usa en su propia vida.
Con esto recordé el valor de AMAR en ejercicio a la gente que amamos. No sirve de nada nuestro amor si aquellos a quienes se lo entregamos no pueden hacer nada con él, ni siquiera sentirse amados.
Brindo por los que se han ido, pero su amor ha trascendido la muerte, y aun son fuente de inspiración, aún siguen presente.
Día 4: ¡Gracias!
Cuando recuerdas que el paso presente es el que te mantiene sostenida, pierdes afán por el que pasó o el que vendrá.
Bajé en mulo hasta Los tablones, y mientras lo hacía, me preguntaba, y cómo fue que subí esto, luego dejé de preguntarme y me enfoqué en bailar con el mulo, porque si no lo hacía, me iba a ir de boca. Bajar fue más un juego extremo que subir, se me entumecieron las piernas y en más de una ocasión me imaginé rodando, cayéndome del mulo.
Agradecí cada paso que ese mulo daba con tanta agilidad, me maravillé de la estructura muscular de ese animal, de su fuerza, de su inteligencia, de su resistencia, nunca había estado ni cerca de uno, soy muy pendeja con los animales, pero este disrumpió mi manera de verlos y de relacionarme con ellos, después de tantas horas sosteniendo mi peso, cuidándose y cuidándome, no pude sentir menos que respeto, agradecí a todos los que han participado para que él estuviera ahí, agradecí cada paso que daba que significo avance para mí, y pensé en todos los que me apoyan, los que están ahí con su amor, su fuerza, su inteligencia, su entrega, sus recursos (tiempo y materia) apoyándome a avanzar, sosteniéndome cuando creo que no puedo más. Gracias a todos por todo.
Tengo una lista de PD. Aquí te la dejo:
-Asegúrate de que llevas el equipaje realmente útil para lo que vas a hacer.
-Se honesta/o con tus ayudadores, es la única forma de que puedan ayudarte bien.
-Prepárate con la consciencia de que la preparación es una parte de la experiencia. Un efecto suele ser la expresión de una causa repetida. Entonces cuando el efecto se presenta ya es casi imposible cambiarlo, es más efectivo tomar consciencia de la causa para poder empezar a repetir una que nos funcione para transformar el efecto. (Quieres músculos fuertes, entrénalos, come bien, piensa bien, siente bien) No puedo cambiar mi presente inmediato, pero puedo empezar a transformarme para que el próximo sea diferente.
-Las personas que te acompañan siempre harán la diferencia, te darán y te quitarán en balance, o harán una de estas 2 cosas en exceso, y los excesos nunca sirven. Asegúrate de que te acompañas de personas a las que puedes dar y te pueden dar, no lo que das, lo que te sirve, no lo que ellos dan, lo que les sirve.
-El camino parece el mismo, pero es diferente ante cada par de ojos, así que respeta tu mirada y la de los otros.
-Goza, aun importándote lo que pase, goza, conecta con la alegría en tu corazón.
-Hay gente buena y sana en todas partes, si no las encuentras, se tú una de ellas. (Yo siempre las encuentro).
Esta es una PD larga.
Gracias a mis compañeros de viaje, ustedes son la vaina.
Adrián: Gracias por elegir vivir una vida que quieras recordar, y compartir tu camino con otros.
Fernando: Gracias por tu don de gente y tu vocación de servicio.
Juan: Gracias por recordarme que mi punto de vista es UN punto de vista, que mi servicio funciona, pero no es lo único que funciona.
Miguel: Que tu persistencia te lleve a donde es bueno para ti. Gracias por recordarme el valor de persistir, de cumplirme a mí.
Joel: Gracias por tu sentido del humor. La vida es una cosa seria, por eso hay que gozársela.
Mercedes: Que puedas usar tu perspicacia poderosamente. Gracias por recodarme la mía.
Jen: Gracias por la suavidad de tu presencia, tu sencillez, tu amabilidad.
Alexis: Gracias por tu caballerosidad.
Pedro: Gracias por tu nobleza.
Cole: Gracias por tu apertura y flexibilidad. Eres la vaina.
Mathew: Gracias por tu silencio y tu mirada respetuosa.
Daniel: Gracias por tu carisma, tu sentido de la ayuda, tu manera hacer que todos se sientan bienvenidos y cuidados.
Gracias por recordarme lo bonito de la amistad, de esa que mira completo, acepta, ayuda a crecer, acompaña en los momentos de alegría y en los de dificultad.
Mi primer viaje al Pico Duarte es un hermoso regalo, es algo que quiero recordar. Gracias OVA Trail por ofrecerme la mejor forma de vivir esta experiencia.
Última PD.:
Nos vemos el año que viene, con entrenamiento y con mulo también.
Abrazos,
Nadia P.
Que sigamos siendo seres de luz.
Nadia, cariñosamente la prima, fue un placer conocerla y pasar por esta experiencia. Me encantó y admiro de usted su deseo e interés en ayudar a otros, y como para hacerlo esta consciente de que tiene que tiene que comenzar por usted, mi viaje tenía un significado similar al suyo, y los aprendizajes fueron bastantes. Gracias a Dios por su vida y espero pueda seguir siendo ese ser de luz que ilumina vidas.
-Daniel