El corazón me rebosa de gozo y gratitud.
Me paro frente a esta vista llena de inmensidad, de belleza, de infinito, de esplendor. Por un instante cierro mis ojos, respiro profundamente, siento mis pies descalzos sobre la madera, la brisa fresca en mi rostro, las manos sobre mi corazón que canta sereno, tranquilo, vivo. Escucho a lo lejos algunos pajaritos, huele a café con avellanas (cualquier hora es buena para este café), abro los ojos, sonrío, miro mis pies, me paso la mano por el cabello, me abrazo y me siento parte, siento la vida expresarse a través de mí. Alguien me interrumpe diciendo: te traje café. Pero no se acerca, lo deja en una mesa y se retira, me doy la vuelta y digo gracias. Voy hasta la mesa, tomo media taza, camino de regreso hasta donde estaba, rodeo la taza con mis manos y miro al frente, sonrío otra vez, cierro mis ojos para grabar esta imagen. La imagen del momento en el que agradezco profundamente el haber estado en contención para otros, el haber-me servido en otros, el haberme permitido ser canal, puente en los caminos de otros (que al final no son tan otros, sin ánimos de ponerme cursi o filosófica). Como lo he dicho antes, abraza el presente es un regalo para mí.
¿Qué lo hace un regalo?
El privilegio de ser testigo de esos momentos de darse cuenta.
El poder entregarme como despertadora a través del servicio de comunicación, provocación y contención, a través de cada detalle de ese fin de semana.
El ver en los rostros de los/as participantes el brillo del propio amor.
El poder mirar unos ojos llorando de alegría, de gratitud, mojados de esas lagrimas que acompañan momentos en los que sacamos cuenta y vemos cuanto somos, cuanto hay en nuestra vida para compartir.
El poder abrazar a alguien que ha roto en llanto porque se ha dado el permiso de expresar su dolor, de dejarlo salir para limpiar espacio en su mente y corazón.
El escuchar a personas liberarse de rencores y resentimientos para abrirse al amor.
El estar presente en ese momento de expresión genuina, en el que personas que no se conocen, se celebran unos a otros.
Poder disfrutar la expresión entusiasmada de personas que se disponen a crear lo nuevo en sus vidas.
Ver personas reconcectando con su fuente de poder a través de la naturaleza.
Sentir la energía poderosa del amor en expresión.
Ver en primera fila la grandeza despierta de los participantes.
El sentirme como una barita mágica. (La barita sola no tiene magia, es un instrumento para expresarla).
El ver la libertad tomada, la autenticidad expresada y la creatividad utilizada con consciencia.
No se hacia donde te lleva tu alma en este momento de tu vida, ni cual es tu historia, ni tus sueños, pero sí se que en el presente está todo lo que necesitas. ABRáZALO.
Quisiera darte una técnica infalible y rápida, pero no la tengo. Lo que sí puedo ofrecerte es una forma efectiva, flexible, respetuosa y amorosa para ayudarte a poner orden, para que puedas remover todos los obstáculos que hasta ahora, no te han permitido estar presente para tu presente, disfrutar del amor, de la abundancia de bien que hay disponible para ti en todo momento y en todo lugar, del fluir natural, no "normal" de la vida, de relaciones sanas, de prosperidad, de salud óptima, de vitalidad, de felicidad, de plenitud.
Sí, esta es una invitación. ABRAZA TU PRESENTE. Vive tu esplendor. Con lo que implique para ti.
Un abrazo!
Nadia P.
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